No hace falta experimentar grandes emociones para tener un buen día. Tal vez sólo ver lo bueno en las cosas pequeñas. Esa actitud puede transformarse en algo grande. Piensa en las las cosas pequeñas de las que estás disfrutando ahora mismo.
Tal vez fue un familiar, o un buen amigo quien te dio un buen consejo pero decidiste ignorarlo. Aprendamos a dar y recibir buenos consejos.
Sí, toma trabajo, pero vale la pena seguir intentándolo.
Tal vez ha sido la distancia, o el tiempo, pero se ha formado una distancia con ese amigo o amiga. Hoy la tecnología nos lo pone más fácil. Toma la iniciativa de volver a conectar.
Ya sea que consideres que tienes poco o mucho, recuerda, lo que tienes se disfruta más cuando lo compartes. Prueba hoy compartir, y disfruta de la diferencia.
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